A su traje negro, lo acompaña una insignia
del Bicentenario en el pecho. La corbata se deja caer al lado del café, que con
“cuatro de azúcar” ya está listo para ser tomado. Él viene siempre al bar en
donde ahora estamos sentados, escuchando lentos de los 80’ y sumergiéndonos en
aquellos acolchonados asientos. “Tiene un estilo europeo”, lo describe Diego
Ferhat, de forma simple, cómo es él. Antes de que el grabador se encienda, ya
se abre a nosotros y muestra que lejos está de ser introvertido. Nos relata
todo lo que piensa que lo describe. Su militancia, su afán por el estudio para
superar cualquier barrera, los valores que lo movilizan día a día, su pasión
por abogacía. Su vida.
Hincha de Estudiantes de La Plata él, le
gusta ir a la cancha y no se olvida de sus amistades los fines de semana,
cuando busca tomarse un respiro de los cursos y tantas horas de estudios.
Sus días comienzan en su casa de City Bell,
cuando carga todas las ilusiones y sueños en su mochila negra, para demostrar
que el estudio es el cimiento de cualquier persona. Agradece la posibilidad de
contar con un grupo de profesionales que
lo acompañan. Siente que no puede desaprovechar la oportunidad que tanto espero
y eso vuelve incansable su lucha de autosuperación. En un segundo plano deja
las emociones vacías, sin olvidarse que su prioridad es “obtener el título y
ser un profesional algún día”.
La explicación de su elección por derecho es
rotunda. “Me gusta por convicción y la siento con orgullo. Me parece una buena
forma de poder ayudar a los demás”, reconoce Diego, que vivió sus 26 años en La
Plata y entre las materias que cursa en su primer año de carrera, su preferida
es Historia Constitucional.
Siendo ingresante, su experiencia en la
Facultad la siente inmejorable. Conoció muchas personas que no tuvieron
problema en tenderle una mano y no se lo podrá olvidar. “La Universidad es muy
inclusiva. Existe gente muy buena que te ayuda y permite integrar a muchos
chicos que viven diferentes situaciones y la tienen que pelear para el día de
mañana lograr ciertas cosas”, nos responde Diego cuándo lo consultamos por la
preparación de los edificios para recibir a cientos de alumnos, cada uno con
orígenes distintos.
Asimismo, se siente orgulloso de la
Universidad Nacional de La Plata. Destaca su prestigio, la buena voluntad y los
conocimientos de los profesionales. Estos lo ayudaron a que nunca le tema al
perjuicio: él sabe que lo importante pasa por otro lado. “Mi prioridad es
cumplir el objetivo y tener el título, que es un orgullo muy importante,
cualquier persona te lo puede decir”, se describe Diego, mostrando su
autodeterminación y prioridad: romper todas las barreras, utilizando como arma
al estudio.
Fernando Brovelli
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