martes, 15 de octubre de 2013

Sandra Katz: “A los 14 años vivía frente al parque San Martin donde iba a jugar con chicos discapacitados”



Desde muy chica Sandra sintió un afecto especial por chicos discapacitados, esto la condujo a estudiar el profesorado de Educación Física y psicología. Hoy, con 48 años su vida gira en torno a ayudar a quienes están marginados por la sociedad.

A la hora de elegir
Periodista: ¿Por qué elegiste las carreras Educación Física y luego Psicología? ¿Cuáles eran tus expectativas u objetivos?
Sandra: Entre a la carrera de Educación Física porque quería divertirme, acampar y esas cosas pero con la mentalidad de ayudar a chicos discapacitados. Siempre le preguntaba a mis profesores cómo tratar a chicos en situación de discapacidad y ellos me dijeron: “podes hacer un posgrado, una especialización”.

P: ¿Cumpliste tu objetivo al recibirte?

S: Luego que me recibí de ambas carreras buscando respuestas para la discapacidad y sin cumplir mí objetivo, IOMA (Instituto de Obra Medico Asistencial) me llama para estar a cargo del área de discapacidad. Desde allí se propone crear seminarios optativos  el cual finaliza como materia optativa llamada “Didáctica de la integración de la Educación Física” para el quinto año de la carrera Educación Física.
Ahora, como referente de la discapacidad, se está trabajando para que en cada deporte exista una clase especializada para la discapacidad. Hay que preparase para entender la diversidad humana, porque en cada club hay un chico así, que quiere hacer las mimas actividades que los demás.

“Nos preguntábamos por que en la Facultad era un tema tan invisible”
Periodista: ¿Crees que la Universidad está preparada para albergar a estudiantes con capacidades diferentes?
Sandra: Hicimos una convocatoria a las instituciones de discapacitados de la ciudad con la consigna “¿Qué le piden los discapacitados a la Universidad?”. Surgieron dos líneas: una muy fuerte la cual consistía que la universidad es inaccesible, ellos sintieron que no eran bienvenidos, esa era la mirada desde la discapacidad; y la otra tenía que ver con padres que pedían preparación profesional, éstos sentían que los profesionales no estaban capacitados para la diversidad.  A partir de entonces, se creó la “Comisión de Discapacidad de La Plata” y se oficializó en el año 2000.
P: ¿Qué  proyectos u objetivos tienen a partir de la discapacidad en la Universidad?
S: Nuestro objetivo no es crear áreas de discapacidad, sino que cada sector de la universidad tenga presente la discapacidad. Esta lógica compromete al otro, te hace revisar que en tus prácticas estas dejando a alguien afuera, podemos decir primero por desconocimiento, pero no queremos que sea por prejuicio, por ignorancia, por discriminación. Yo desearía que algún día no existan más áreas de discapacidad, que este ya instalada. Pero este proceso lo acelera también la presencia de personas con discapacidad.

P: ¿Que se lleva a cabo para una mejor preparación por parte del cuerpo docente como no docente?
S: La ADULP (Asociación de Docentes Universitarios de La Plata), todos los años dicta un curso gratuito para los docentes de la Universidad. José Luis Núñez, docente de Periodismo ciego, ha dictado cursos. Otra forma es que la Universidad de La Plata tiene una especialización docente, que es gratuita para todos aquellos que no son docentes, que son médicos, ingenieros, biólogos; pero que van a ejercer la docencia, la Universidad les dicta una especialización docente.
P: para que la Universidad se transforme en sinónimo de igualdad de condiciones, ¿Qué debería brindar, en tanto a estructura, capacitación, docentes?
S: La Universidad de La Plata es pública, tiene albergue, tiene comedor, tiene becas; pero aun así, hoy no viene el pobre a la Universidad, es decir, todavía sigue siendo excluyente. Entonces me imagino que hay una cuestión que tiene que ver mucho más con lo ideológico en lo familiar de creer que ir a la Universidad es toda una inversión de una familia, es decir, que muchos creen que su futuro o su proyección no está en la Universidad. Y a mí lo que me preocupa es que seamos una “burbuja” de la sociedad, que acá creamos que estamos los que la tenemos re clara, los investigadores, los expertos, pero no conocemos que le pasa a la gente afuera. Yo a veces digo “la realidad está afuera”. Hoy un estudiante que se maneja en silla de ruedas quiera estudiar en la Universidad, significa que tiene que vivir cerca porque no hay transporte, significa que la casa que tiene que alquilar tiene que tener puertas anchas, etc. Debemos comenzar a romper con el esquema de “normales”
P: Para ir finalizando,¿ algún consejo para los chicos que están atravesando esta situación ?
S: A ver, lo primero que le diría es que reconocemos que sus derechos están vulnerados; que parecería que él tiene que pedir permiso, hacer una carta, avisar cuando él no eligió estar en condición de discapacidad pero quiere estudiar. Entonces la pregunta es: ¿quién le está poniendo obstáculos para poder estudiar? La Universidad pública, es decir, reconocer que le estamos en falta es el primer punto. Porque si no lo hacemos responsable a él y parece que tiene que estar pidiendo gracias permanentemente de cada cosa que hacemos. Entonces eso es responsabilidad nuestra. Partir de eso decirle: “el camino se está transformando, no es tan fácil, necesitamos también de tu aporte porque yo a veces lo que digo es que parecería que le exigimos a los discapacitados que militen por la discapacidad y capaz que no tienen ganas.

Todavía estamos en el proceso de cambio pero a pasos pequeños la sociedad empieza a comprender que las personas no se definen por “normales” o “discapacitados” y que todos tenemos los mismo derechos dentro de la misma.

ESCUCHA:
                                                                                  
                                                                                   Rao, María Milagros.

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